
#38MarDelPlataFF: Dos adaptaciones literarias por mujeres
El reciente Festival de Cine de Mar del Plata fue el lugar donde se pre estrenaron dos esperadas adaptaciones literarias. Dos novelas escritas por mujeres se convirtieron en dos películas, también dirigidas por mujeres.

Elena sabe es la adaptación de una (otra) novela de Claudia Piñeiro. Dirigida y escrita por Anahí Berneri, la protagoniza Mercedes Morán (que ya había protagonizado otra de sus adaptaciones, Betibú, con un personaje totalmente distinto) junto a Erica Rivas. Esta adaptación se despega un poco de la estructura de la novela original, que se acerca al policial con un misterio por descubrir, para centrarse en lo que le pasa a Elena, una mujer que sufre de Alzheimer y a quien su única hija, que cuidaba de ella, se le acaba de suicidar, lo que para su madre no solo fue inesperado sino que le resulta sospechoso. Berneri dirige con sensibilidad esta historia de maternidades que además tiene a dos pares de madres e hijas en pantalla: a la versión adolescente de Erica Rivas la interpreta su hija Miranda de la Serna; Morán comparte la escena cúlmine junto a su hija May Scápola, cuando dos posiciones distintas sobre la maternidad se enfrenten. En el festival la película formó parte de la Competencia Internacional y en estos días llega a algunas salas de cine. Luego se verá a través de Netflix.

El viento que arrasa es la primera adaptación que llega al cine de la escritora entrerriana Selva Almada. Paula Hernández parece la directora ideal para adaptarla, capaz de captar esos climas intrigantes y algo amenazadores. En este caso la adaptación también resulta libre: cambia el punto de vista por el de la hija del pastor. Alfredo Castro interpreta a su padre, un pastor misionero que lleva a su hija a través de las rutas para sembrar la palabra del Señor. Si bien él es la figura paternal, ella muchas veces parece ser el sostén, más que una asistente, incluso. Cuando el destino los choca junto a otro padre con su hijo, en una relación muy distinta, el pastor pretende inmiscuirse en nombre de la vocación que lo llama. Pero al centrarse en el personaje femenino, es ante todo una historia de crecimiento personal. Y Hernández filma ese despertar con mucha eficacia, con un destacable uso del sonido y un final hermoso. En este caso, la película fue parte de la Competencia Latinoamericana y llegará a salas en los primeros meses del año que viene.