#BAFICI #5 : de Nacionales en Competencia
Compartimos, en este nuevo día de #BAFICI19, nuevos títulos que vimos, esta vez, en Competencia Argentina. Arrancamos con "Cetáceos", una interesante apuesta local…
Florencia Percia, luego de realizar tres cortos, es eleigida con su primer largometraje en la Competencia Argentina del BAFICI 19 con esta comedia que nos lleva a la búsqueda de su lugar en el mundo de Clara (Elisa Carricajo).
Pasados unos cuantos minutos de la película, uno se preguntará por este título tan de documental de National Geographic y no encontrará una referencia precisa. Esto es BAFICI, y es una marca de la selección, ir a lo independiente incluso desde el título. No se preocupen, no es un happening y esto tiene una muy buena explicación.
Todo comienza cuando Clara y Alejandro (Rafael Spregelburd, otro actor siempre presente en las pelis Baficeras) se mudan a un departamento de San Telmo. Según la sinópsis es el comienzo de una convivencia, eso no está tan claro si es que tienen que explicarlo en la sinopsis y diría que uno lo entiende a partir de las tomas de decisiones de estos dos personajes.
Mientras Alejandro se lo nota decidido y muy metido en su mundo y futuro inmediato, un viaje a Italia, que lo separará de Clara físicamente; a ella se la nota incómoda.
Esa es la travesía que Percia describe en su película con protagonistas que uno se puede encontrar en la calle, lugares que si vivimos en la Ciudad de Buenos Aires, reconoceremos.
Clara se va encontrando con sus nuevos vecinos y va tomando de ellos lo que la va convenciendo para tejer una historia en la que se sienta cómoda de este lado del Océano mientras por el otro lado irá desandando sus pasos con Alejandro en sus encuentros virtuales por Skype o por teléfono.
CETÁCEOS from Florencia Percia on Vimeo.
En camino de transformación interior también se ve en lo que va pasando en su exterior y está bien definido por la actriz y el guión. Es como si hubiera un reflector que la va siguiendo.
Hay diálogos y momentos desoplilantes, que caen bien en el espectador y arrancó un aplauso finalizada la proyección de prensa.
Bien armada, lo único que criticaría es que es un poco desprolija la introducción por lo que contaba antes de la llegada de los personajes a un lugar nuevo, se los ve en un taxi y de golpe en la otra toma, ya están en el departamento discutiendo ciertas cosas que deberían hacer, mejor dicho, que le tocarán a Clara pues es la que queda a cargo.
Seguimos con "Casa Coraggio", un crossover entre una ficción casi experimental (o natural, arriesgaría), y un documental puro. Aquí Baltazar Tokman, luego de "Planetario" y "I am mad", nos trae una película sobre una familia en Los Toldos. En ese paraje, hay un emprendimiento familiar histórico, una casa de servicios fúnebres.
Pero "Casa Coraggio" es más que una observación sobre como una familia vive esa profesión. Coquetea con las preguntas más oscuras en relación a la integración de esos dos mundos, el de los vivos y el de los que ya no están físicamente. Compleja y madura obra, Tokman apela a sus mejores armas para desconcertarnos.
De a ratos, esperamos que la historia y el conflicto se haga visible, corpóreo, estructurado. Y eso no sucede. Sofía, nuestra principal protagonista, tranista por escenarios con relajada presencia y deja traslucir la profundidad de un legado familiar que impacta. ¿En qué momento los sueños de nuestros padres se funden con los nuestros?
Hay vida, no todo es Tanatos aquí. Para descubrir, un nuevo paso adelante de un realizador al que hay que seguirle los pasos.
Cerramos con “Hora-mes-día”, un trabajo de Diego Bliffeld producido por la dupla Mariano Cohn y Gastón Duprat. Una película distinta, original y seductora, más que nada por el encuadre y la manera de tratar la existencia de un personaje gris, un hombre simple que trabaja en un garage y para el que su vida pasa por ese espacio en forma total.
El hombre en cuestión se llama Bernardo y está jugado por el experimentado Manuel Vicente. Este personaje es obsesivo y cuidadoso con su trabajo, lo hace con atención y dedicación y crea un propio micromundo para sus pequeñas actividades. Está acompañado (pero el joven que está cerca nunca aporta demasiado) pero dentro de él, se percibe una soledad fuerte y voraz.
Lo original de “Hora-mes-día” quizás sea la forma en que la narración se expresa. Hay una voz en off (Marcelo Cohen, un protagonista en sí mismo) que va dando cuenta de los pequeños detalles que se generan en este universo. Bernardo quiere ir más allá de su zona de confort pero sus propias barreras lo ponen en contradicción (ahí hay apuntes coloridos, debemos reconocer)
Ahí es donde el film no ofrece demasiadas líneas para ayudar al espectador a seguir en empatía con la trama. Algo se pierde a medida que avanzan los minutos, más allá de que Cohen no nos da tregua con su genial tono de voz. Es cierto que Vicente llena la pantalla con sus gestos y tiene una actuación muy destacada, en el cierre, cuando lee el temario del taller de Nieves, nos regala un pequeño gesto memorable, que explica bien el destino de su personaje.
Sin embargo, nos vamos con un sabor extraño al final de la cinta. Es un intento válido y atractivo, pero quizás preso de su propia estructura (la explicación constante) pierde puntos en el balance final.
Una idea bien llevada a cabo, donde se lucen los textos de Cohen de principio a fin (algunos menos habrían añadido profundidad al trabajo de Vicente). Probablemente candidata para muchos cronistas con los que compartimos sala, habrá que ver más rivales en la silenciosa lucha por alcanzar el podio de los ganadores de la Competencia local.