Frente a la pantalla de Fox News desfilan un sinfín de mujeres bellas, delgadas, mayormente rubias, vistiendo polleras y mostrando sus piernas. Por más que se esfuercen en sus carreras, que sean inteligentes y audaces, los que las mantiene ahí es ni más ni menos que su apariencia. Caducan con el tiempo, son soldaditos uniformados fácilmente reemplazables, como se da cuenta uno de los personajes femeninos de El escándalo.
Roger Ailes maneja a su antojo una empresa millonaria como lo es el canal Fox News. Es él quien decide quién aparece en cámara, quién entra, quién sale, el tipo de plano que favorece; desde su oficina lo decide todo. Lo que no muchas saben hasta que llegan a esa instancia, es que aunque se trate de un medio machista y superficial basado en la imagen, siempre puede ser peor. Y para Roger hay un paso más que las mujeres tienen que dar si quieren salir en la televisión.
En El escándalo entran en juego principalmente tres personajes femeninos: una periodista con experiencia que se encuentra en el momento más álgido de su carrera (con lo bueno pero también con todo lo malo) cuando Donald Trump se postula como presidente y se enfrenta a él en medio de una polémica, otra experta periodista que empieza a vislumbrar los últimos momentos de su carrera en el canal sin que eso la impida hacer siempre lo que crea que tiene que hacer para enfrentar desde los micromachismos, y una joven llena de ilusiones que son rotas cuando se enfrenta a Roger Ailes y se encuentra con una situación que no sabe y no tiene por qué saber manejar.