Si bien estamos ante una historia siempre actual y relevante, la narración de Cretton junto a su coguionista Andrew Lanham resulta bastante anodina. Largas y repetitivas escenas para llegar a un final que, se conozca o no la historia, se puede anticipar. A su alrededor pululan algunos personajes secundarios que prometen pero no terminan de estar demasiado desarrollados.
Buscando justicia apela a conmover desde el lugar más obvio y subrayado. Ni siquiera a nivel estético se puede encontrar una búsqueda interesante. El film se termina pareciendo demasiado a un melodrama televisivo.
Las actuaciones principales son flojas. Michael B. Jordan, actor carismático que ha sabido brindar su personalidad desde a un villano de una película de Marvel, Pantera negra, como al heredero de Rocky en Creed, acá aparece en un registro anodino y monótono. Jamie Foxx apela a conmover desde una interpretación plana, y Brie Larson tampoco consigue dar vida a su personaje. Al contrario, algunos secundarios consiguen resaltarse, como el villano de Rafe Spall o el personaje que puede definir el destino de su protagonista, interpretado por Tim Blake Nelson.