Entrevista: David Arratibel «España es un país con muchas conversaciones pendientes».

Dentro del ciclo Espanoramas podrá verse la multipremiada “Converso” de David Arratibel.

La película, en clave documental, analiza la conversión de los familiares del director, además que se plantean otras problemáticas como la familia, la fe, la política y hasta los límites de la interpretación del ser.

Para conocer más de la propuesta y aprovechando su visita al país, dialogamos con el director horas antes de presentar “Converso” al público.

¿Cómo respondió el público español y la Iglesia a la película?

Es una cosa muy sorprendente, mi hermana me dijo “vamos a vender DVD’s en parroquias”, el discurso es tanto para el no creyente como al ateo convertido, se conmueven, y los creyentes más, han venido de la Conferencia Episcopal  Española, que nos han dado un premio y me han dicho que no podían creer que un agnóstico despeinado que va a festivales llenos de ateos, que le habla al público no pueden creer lo que pasa a la gente con la propuesta. Incluso por el casting, una chica ex marxista, una médica, que se convierten, no es sobre una persona en el barro que tiene una iluminación. No me esperaba esto pero ahora sí entiendo que los creyentes se hayan conmovido con esto.

 

 

 

¿La gente religiosa te ha hecho devolución?

Sí, muy conmovedora, y para mí que soy agnóstico, me encanta que se vea, yo he hecho la película que quería hacer, si me me hubieran modificado algo no hubiera seguido, pero ha pasado mucho esto de agnósticos que luego la Iglesia los reivindica, como Tarkovstky, en “Solaris” han visto referencias religiosas.

¿Cómo surge la idea de “Converso”?

No hay un momento, empiezas a rodar, una cosa, otra, el órgano, la familia, los involucro, voy al monasterio, no grabo, ruedo con el móvil, por eso después puedo mandar a la mierda muchas cosas, tengo una productora pequeña, rodamos con nuestro dinero y rodamos en el proceso, sin guion y se construye en la edición la película.

Pero hubo un disparador…

Empiezo con el órgano, con mi cuñado, un especialista en la historia católica, me interesaba él como personaje, luego me reúno con la familia, les digo vamos a hablar esto, porque nunca lo habíamos hablado, e hicimos un acuerdo, vamos a estar solos y cuando esté terminada la ven y si no gusta la tiramos. Es una película sobre su conversión, porque entiendo que ellos me van a poder explicar la fe, por sus ideales y profesiones, y sabía que en algún momento la película me iba a atrapar, me habían advertido, y cuando mi hermana me dice “por qué tu hasta ahora no quisiste hablar conmigo hasta ahora” y ahí hay un giro y a partir de ahí me interesa la película, me interroga a mí, me absorbe, me interpela.

 

 

 

¿Y cómo fue eso de pasar a ser un personaje más dentro de “Converso”?

Eso está pensado en el montaje, hay muchos momentos previos a la interpelación, y los dejo todos para el final para que me absorba, obligándome a responder a esta interpelación, intervengo, entro en cuadro.

¿Sabés por qué el cine documental en España está teniendo tanta diversidad?

Hay muchas razones diferentes, pero hay dos masters en documentales muy buenos, con mucha gente, “En construcción” de Guerín demostró que había otro cine documental, el Festival Punto de Vista, empieza a generarse un caldo de cultivo en los últimos 15 años con documentalistas muy buenos con diferentes líneas, la gallega con Patiño, radical, Muiro con reconocimiento en todo el mundo, se ha generado algo, no casual, y en Galicia hubo una persona dedicada a ubicar al cine documental en otro lugar, igual las salas no se llenan, pero se exhibe.

En Espanoramas de hecho muchas son documentales…

Claro.

La religión es recurrente en documentales españoles ¿por qué?

Es cultural, es de España, un país con muchas conversaciones pendientes. En Nochebuena se dice “no hablemos de política o de fútbol porque la cagamos” y eso es así, son temas que no se tratan para no joder la cena, jodamosla un poco, para hacerla más rica.

Pero el español es de conversar…

Pero de cosas superficiales, me tomo una cervecita, ji ji, ja ja, mucho cachondeo. Cuando plantee la película me quedé con dos acepciones la de convertirse y la de hablar, pero un crítico me dijo que hay una tercera, que es “convivir o vivir en compañía de otro”, le va perfecto también, hay que vivir en armonía, por eso hay un capítulo para eso en la película. Mi cuñado me ha dicho que del conflicto la historia evoluciona, pero él dice por qué desde lo que no nos acerca puede surgir algo, desde el humanismo, es muy hijo de puta no hacerlo.

¿Cuántas versiones de “Converso” hubo?

Como treinta.

¿Las vieron todas?

No, la primera y alguna otra, después la veían online.  Hubo 28 montajes muy diferentes.

¿Cuántas horas de rodaje?

Como cuatro con cada uno.

¿En diferentes días?

No, quería que fuese mágico, porque nunca hablamos, con solemnidad, quitando que lo del monasterio de mi hermana, que le pedí hacerlo ahí, lo demás es todo en un mismo día.

¿Qué te gustaría que pase con la película?

Lo que ya ha hecho es una locura, estar aquí hoy contigo hablando y que la pasen en el Gaumont es una pasada, y que se genere la idea de conversar, de escuchar al otro, yo soy mal escuchador, estoy esperando que el otro termine para decir lo tuyo y el dispositivo cinematográfico te obliga a rodar más y luego te ves, cuando hay un conflicto te dicen “pues como te ves”, y esto funciona de grabarte y verte, no te gustas, recomendaría como terapia a gente con un conflicto que se grabe y luego se vea. No me gusto cuando me veo, muy inquisidor, y te descubres como te ves.

¿Ellos te lo plantearon?

Lo vieron muy positivo porque cambio mi actitud, estaba mal con ellos, lo vieron positivo desde el minuto, a la familia nos hizo muy bien, su religiosidad y la no religiosidad mía ahora nos une. El otro día se casó mi hermana pequeña y me conmovió el acto religioso, no era la típica chorrada de casarse y ya, fue un momento muy importante y ellos disfrutan lo que pasa con la película, es increíble lo que “Converso” nos ha hecho de bien.

¿Te gusta ser parte de una muestra de lo mejor del cine español que no llega generalmente a las salas locales?

Sí, me siento absolutamente privilegiado y honrado y cuando haces este tipo de cine no imaginas que vas a tener este recorrido e invitaciones.

“Converso” de David Arratibel se verá el sábado 24 de febrero a las 20 en Espanoramas.

 

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