Entrevista: Javier Palleiro «El set no me pone nervioso».
El reconocido productor Javier Palleiro debuta en la dirección con "Respirar", coproducción uruguayo-argentina.
Dialogamos en Buenos Aires con Palleiro para conocer más del proyecto y los temas que aborda en el film protagonizado por María Canale y Esteban Bigliardi.
El momento del estreno coincide con un debate sobre el aborto y el rol de la mujer en la sociedad, claramente no fue pensado pero ¿qué sentís al respecto que pase esto?
El guion lo escribí en 2008, ni siquiera en Uruguay se debatía el tema, el aborto se incorporó después. Cuando surgió el tema, Juan Pablo Miller me envió “Invisible” y decidimos hacer las dos películas, con Tarea Fina y Seacuatico.
La película recorre el universo de Julia (Canale) y a partir de allí abre varias líneas narrativas ¿de dónde surge éste?
De mis propios miedos, originalmente, y luego se incorpora el equipo e incorpora cosas. Es miedo a perder todo y el sentido de la cordura. Porque los otros miedos si estás cuerdo los podés recuperar. Además con el aborto se suma el miedo a perder a la pareja y atraer a su ex marido con un embarazo.
Cree que eso es lo que le permite aferrarlo
Claro, cree que es lo único que lo puede atraer. Con los actores no ensayamos pero nos quedamos como un día en la vida de ellos antes de la separación, una pérdida más, el trasfondo tiene que ver con eso, se suma el aborto y nos obligó a investigar mucho. Mi co guionista, Guillermo Rocamora, también hombre, tuvimos que investigar para encontrar lo femenino, la sensibilidad femenina era necesaria.
Hay algunos personajes que no hablan pero que tienen mucha presencia, como la empleada de la joyería, o la amiga y la nueva jefa, roles que la determinan y que intenta parecerse a ellas ¿por qué?
Ella no ha encontrado su lugar. Tengo dos amigos de toda la vida que me da la sensación que no encontraban su lugar, empezaban a trabajar, lo cambiaban, lo mismo con sus carreras, creo que a algunos la vida les resulta hostil. Julia tiene las persianas cerradas. Es eso.
El guion hábilmente la presenta de una manera y luego uno va viendo otros aspectos, ¿cómo la fuiste pensando?
Es un poco la ambigüedad que todos tenemos, no creo ni en buenos ni en malos absolutos. Con Rocamora discutimos siempre esto que cada uno tiene su parte mala y su parte buena y depende de cómo lo que cuentes, y al espectador le vamos develando cosas. Al final me queda la sensación que todos los personajes son un poco buenos y un poco malos.
¿Ella actúa así por eso?
Siempre pensamos qué pasa después de la película, si es un cambio profundo o va a seguir así, creo que va a seguir así, es difícil que una persona después de los 30 pueda adaptarse.
¿Qué fue lo más complicado de rodar?
El rodaje fue muy placentero de fondo. Esta es mi primera película como director. Hice un corto y algo de publicidad. El set no me pone nervioso, más que tenía un elenco de primera, y María Canale hace años que venía trabajando en Julia. Sin hacer ensayos las veces que nos encontrábamos eran geniales. No creo en la actuación que hace de, creo que se convenzan que son parte de ellos. El cerebro es muy poderoso, y María el primer día de rodaje se enfermó, las escenas de la casa las hizo en ese estado, le dije por algo está pasando eso, fue casi registrar qué le pasaba en eso. El desafío de lo acuático fue importante, estudiamos buzo, y fue muy estresante, porque en unas escenas se sumerge cuatro metros, con mucha presión, tenía que actuar, al principio se angustió, pero todo sumaba. Filmamos con una sola luz, de noche, fue difícil, pero visualmente era placentero, muy onírico. Lo más complicado es conseguir la financiación, después rodar es un placer.
¿Cuándo se estrena en Uruguay y qué expectativas tenés?
En Uruguay se estrena el 24 de mayo. Todo depende de las salas, es difícil, entiendo que los cines son empresas comerciales, hay que ver cómo el Estado regula, no tengo muchas expectativas, pero espero que puedan reflexionar sobre las pérdidas, ojalá acá sume algo al debate, en Uruguay fue hace seis años, se legalizó, no hubo mayor cantidad de abortos, que era un miedo. Frente a un embarazo es qué decide hacer cada mujer, es una decisión interna, más allá de la ley, pasa por otro lado, no es filosófico ni religioso, el Uruguay el resultado fue bueno.