Entrevista: Raúl Perrone «La etapa más placentera para mí es editar».

El prolífico director Raúl Perrone participó del 20 BAFICI con su última película "Expiación".

La misma, que formará parte de la competencia del 8 FICIC (Festival de cine independiente de Cosquín), trabaja sobre el pasado oscuro de la Argentina y las consecuencias inmediatas en un grupo de personas. En este exclusivo diálogo "Perro" nos habla de su vida, su obra, expectativas y proyectos.

¿Qué sentís con las primeras devoluciones de aquellos que vieron "Expiación"?

Bien, que salgan de verla y me hagan una devolución es muy halagador, los críticos evaden a veces esto, uno tampoco pregunta, pero que vengan está bueno. Es una buena señal, pero es muy individual, con gente que la va a mar y otras la odiarán. Lo unánime muchas veces no es bueno, pero lo que me dijeron tiene que ver con lo que yo quería contar.

Uno de los personajes dice “hay que alimentar todo el tiempo al pasado”, y dos de los personajes se dedican a eso, mientras otros escapan de él. ¿Qué significa el pasado para vos?

En términos personales es algo de tu vida, pero yo apuesto al presente. Yo no soy mis personajes, pero trato de situarlos en qué pasaba en el país, siempre trato de quedarme con lo bueno e ir para adelante, trato de ir al frente, superar, e ir más allá.

La idea está presente en “Expiación” en los personajes más jóvenes ¿por qué?

El pasado es fundamental para los protagonistas. También pongo el pasado de esa época. Pongo en palabras un poco eso, es como si en ésta época estuviéramos hablando de esa época. Poner poesía, otra cosa, en mi cine no va a haber Falcón Verde, para mí colocando la voz de Videla, ya está.

Y aparece de una manera lúdica y única, ¿cómo surgió eso?

Ya te lo dije más de una vez, yo juego mucho en la edición, primero había jugado con esa televisión que puse en ese lugar inundado y quería ponerlas ahí, obsesivamente trato de esquivar la obviedad y decidí no ponerlo. Después apareció la taza, el agua, pondría una para ese ruido, me gusta, el agua, gente que tiraron, quería que se entienda.

Esa idea está también con el reflejo de los bebotes en el agua…

Claro, tantos niños que se secuetraron, todo es muy simbólico, yo no pienso ahora voy a poetizar, me sale, intento tocar temas, como en Cumparsita hablar de los rusos, en Cinicos de los griegos, todo lo adapto a mi manera, yo la época la viví, me corrían, me cortaban el pelo, para qué.

No serías vos…

Claro, no lo puedo ver de esa manera, me escapo, le tengo terror a la obviedad. El baile lo puse como libertad, liberación, que el agua se vaya y que florezcan las flores y Luigi Tenco que me acompañó en las apretadas juveniles.

¿Qué fue lo más complicado de “Expiación”’?

Todo es complicado desde el momento que decís voy a hacer una película, sobre todo cuando contás con poco presupuesto, acá se inundaron lugares, hubo que esperar, filmar con agua es complicado, poner a actores allí que caminen, la humedad, esa cosa claustrofóbica, eso me gusta, volver a la fábrica de Cínicos, ese lugar que habla del tiempo, los griegos, los milicos, el pueblo, tenía que ver muchas cosas y era el lugar ideal. Después encontré una casa de 1800, me gustó darle ese toque. Usé travellings, que no es frecuente. Los laterales tienen que ver, como al principio con la carretilla, tenía ganas, hacer un plano secuencia, casi como lujo, porque a mí en lo personal el uso reiterado de elementos no me gusta, me cansa mucho.

La textura es otro punto en tu obra, ¿surgió en el montaje?

Una película tiene tres etapas, la pensas, la haces, la editas. La etapa más placentera para mí es editar, lo hice en siete jornadas, pocas horas. Me permito estar solo con el material, edito, edito, la veo en un microcine que tengo, es una manera de editar distinta, vuelvo de laburar y edito, no veo el material, la bajo de la computadora e improviso, voy haciendo un prearmado como un juego y ahí surgen muchas cosas, goteras, tipos que no están juntos, la monja en el agua. Si hiciese un guion me aburro. Me preguntaban si, por ser dibujante hacía story boards, para eso escribo un libro.

¿Cambiás en el set algo?

No, creo que no se puede perder tiempo, soy muy respetuoso de los tiempos, y básicamente porque quiero volver a mi casa a ver el material. Cuando edito pruebo cosas, como lo de la voz.

La falta de sincronismo, que tiene que ver con lo dicho y lo no dicho…

Eso lo leíste, pero otro tal vez piensa que está fuera de tiempo. Hay sutilezas y hay tanto para hablar de la película. La película sigue en la cabeza, y me parece maravilloso. Salís de verla y ya está, pero este tipo de películas dispara otras cosas. Es una película difícil o compleja de cómo está narrada, hay un tema pero narrado de otra manera, hay que tener un ojo avezado, para detectar cosas, acá fui probando, lo pruebo y lo pongo, es la única manera de ver si funcionó, tengo respeto por lo que hago, no me relajo para verla, porque cuando me relaje no filmo más, lo que hice sé que es honesto y lo que quería hacer, no hay nada de lo que me arrepienta.

Hay una fotografía excelente e imágenes coloreadas increíbles…

Soy muy plástico y eso es para mí importante, encontrarle el color, esta película por momentos es blanco y negro, otras con color, desteñido, son detalles que trabajo como artesano, si llegara el momento que se pudiera colorear el digital lo haría.

El año pasado planteabas la posibilidad de no volver a filmar, ¿seguís con esa idea?

Me traicioné, no se puede, estoy pensando en internarme en una granja para directores adictos, tengo ya tres películas más, tengo la fortaleza y la locura de un pibe de 20 años, de antes, no de ahora que no tienen ideas, tengo algo muy adolescente, a veces me digo tenés 60 años, pero no puedo parar, si no tengo la posibilidad la invento, siempre hay gente detrás, es algo que no paro, me permito para lo próximo.

¿Cómo sigue la película y el año?

Voy a tener un homenaje en la Cinemateca de México, recorreré algunos lugares, haré una conferencia por Skype, después se estrena “Expiación”. Manuel García está tratando de estrenar “Cosimi”, estoy con muchas cosas.

Como siempre…

El otro día vi un director, que no me gusta y putié mucho coincidir con él, “no filmo muy seguido pero estoy queriendo guardar las energías porque la he dejado en mis películas”, y eso me pasa, pero mi vida pasa por ahí, tengo la capacidad, hago muchas cosas y todavía las puedo hacer. Doy clases, tengo 120 alumnos, no siento placer en filmar, pero cuando haces lo que te apasiona hay un momento de felicidad. Vamos a ver qué pasa.

 

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