«Five nights at Freddy’s»: los animatronics ochentosos, del videojuego a la pantalla grande

Ya sabemos a priori que es difícil adaptar una saga de videojuegos al mundo del cine. En contadas oportunidades ha tenido buen resultado y excepto ejemplos muy puntuales, en este último tiempo, no hay demasiadas que hayan generado interés del público. Esta semana tiene su estreno global, «Five nights at Freddy’s», legendaria franquicia del mundo gamer que busca su lugar en los cines de todo el mundo.

Debo confesar que nunca jugué el juego, por lo cual, no puedo hablar de la delgada línea de adaptación realizada para concretar este guión. Me libera de reflexionar sobre cómo fue trasladado el universo original a este encuadre mas limitado y menos tenebroso, en principio.

Para empezar, la crítica internacional la resistió bastante, pero los números iniciales le dan bien (la taquilla, quiero decir), siendo que en sus dos primeros días de estreno ya cubrió sus gastos de producción.

¿Es esta cinta una propuesta innovadora en el género? Ciertamente no. En términos sencillos, es más una peli de suspenso, que de terror. Y creo que fue un error de Blumhouse, haber sacrificado la idea de poner a los muñecos asesinos de la vieja pizzería-arcade en un contexto más crudo y ofrecer una versión menos violenta y más dialogada de la trama, enfatizando en el conflicto psicológico y familiar del protagonista.

Mike (Josh Huchterson) es un hombre joven, sin suerte, con muchos problemas para contener su angustia, paranoico y desbordado por la necesidad de cuidar a su hermana menor, Abby (Piper Rubio). No tiene suerte en los trabajos y termina como guardián nocturno de una vieja pizzería para niños, con arcades y una curiosidad particular: ese espacio tiene muñecos «animatrónicos», robots básicos que realizaban pocas funciones pero que eran de alto impacto en esos días. 

Dicho espacio («Freddy’s») está abandonado y sólo se cuidan sus instalaciones, impidiendo que entren a él, extraños. Mike comenzará a cuidar el lugar de noche y a partir de allí, sus miedos y conflictos (tiene pesadillas recurrentes por el secuestro de su hermano menor en el pasado), se amplificarán.

Cada visita a Freddy’s, traerá alguna sorpresa y también abrirá discusiones entre Mike, Abby y la agente policial Vanessa (Elizabeth Lail), siendo esta última la que posee información sensible acerca del lugar. Los animatrónicos pasarán de ser objetos vetustos a una amenaza concreta, en poco tiempo. Porque aquí hay gato (o espíritus) encerrados, desde ya.

La directora Emma Tammi (quien dirigiera la indie «The Wind» en 2018), elige trabajarán en función de los problemas emocionales de Mike y las dos mujeres que están en el centro de la escena. Es decir, no tendremos escaladas de asesinatos masivos, sino una densa construcción dramática para explicar lo que se acelerará en los últimos veinte minutos. Ese devenir (muchas explicaciones y excesiva construcción de clima), es desparejo.

Digo esto porque el público amante del género quiere ver una temática determinada, y siento que el armado argumental de «Five night at Freddy’s» no ofrece lo que promete. Entiendo que el movimiento lento de los animatronics y el espacio acotado, deja lo más intenso para el final, pero creo que Tammi eligió subrayar la interioridad en sus personajes principales y eso, genera un resultado dispar. 

En pocas palabras, hay más drama que terror. Quizás esto pueda deberse a una decisión de producción de que la cinta sea PG-13, lo cual la hace accesible para adolescentes y niños/as acompañados de padres/madres en USA. Hay poca sangre y escaso suspenso. Lo cual podría ser aceptable, pero tampoco puedo decir que sea una narración emocional de relieve. No, para nada. A pesar del esfuerzo de la pareja protagónica, los resultados son menores.

Creo, sin embargo, que hay potencial aquí y que quizás, con un guionista adecuado, pueda crecer en una segunda entrega, siendo que hay mucho ya explicado aquí como el origen de toda la maldición que sostiene el cuadro.

No la recomendaría, excepto para los fans del videojuego, que querrán ver como sus personajes favoritos cobran vida. Probablemente una próxima entrega (casi asegurada ya), resuelva alguno de los temas que esta ni siquiera amagó con abordar…

 

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