
«The best of me» (Lo mejor de mí): reencontrando la pasión perdida
Nicholas Sparks es uno de los pilares de la industria del best seller romántico internacional. Si hace tiempo Corin Tellado o Danielle Steelle sumaron horas de lecturas para amas de casa y jóvenes soñadoras, Sparks mezcló en una licuadora las clásicas historias de amor con algunos condimentos más actuales y profesiones modernas para aggiornar el relato.
Muchas de sus novelas han sido adaptadas con mejor o peor suerte a la pantalla grande. Y si en “The Notebook” se pudo lograr el equilibrio justo entre historia, dirección y actuación, en esta oportunidad hay algo tan obvio que termina jugándole en contra a la propuesta.
«Lo mejor de mí” (USA, 2014) de Michael Hoffman, es la nueva puesta en imágenes de la edulcorada historia de reencuentro entre dos que supieron amarse tiempo atrás, mucho tiempo atrás, y que por las vueltas de la vida, el destino, y alguna ayuda (amigo que falleció) deberán encontrarse una vez más.
Claro está que hay mucho de cierto en eso de “donde hubo fuego…” y más cuando una de las partes se encuentra en un momento de su vida en la que la futura ida de su hijo (síndrome del nido vacío) y un marido que no la comprende sólo la direccionan hacia un camino posible.
Ellos son Amanda (Michelle Monaghan) y Dawson (James Mardsen), dos personas que son presentadas como honestas, simples y a la vez complejas y principalmente compasivas y que por un hecho fortuito deberán verse 25 años después de haber sido separados por el padre de ésta.
A esto se le sumará que Dawson antes del llamado que lo reunirá con Amanda, tuvo un accidente que lo trajo de nuevo a la vida y cree que debe aprovechar al máximo su “segunda oportunidad”, por lo que de antemano ya sabemos qué pasará con la pareja.
La película deambula entre el intento de emular a la mencionada anteriormente “The Notebook” y otras adaptaciones del autor, pero apenas se acerca a esta y sólo termina produciendo un relato obvio, almibarado en exceso, que quizás en algunas escenas de flashback hacia la juventud de los protagonistas y su enamoramiento puede generar empatía con una historia muy obvia y trillada.
A la que se sumará la reiteración de obstáculos en el presente que tantos problemas a la pareja le han traído anteriormente y que sólo hacen que la actualidad funcione como un espejo imperfecto de aquello que en algún momento pudieron ser y que quizás tal vez, si nadie se entromete entre ellos, puedan volver a ser.
“Lo mejor de mí” se pierde la oportunidad de jugar más con el pasado, y de poder armar una historia que atraiga visual y narrativamente.
Hay cierto resquemor por parte de Hoffman, y pese a que las actuaciones de los protagonistas son correctas a intentar crear desde la base sólida, por crear algo diferente y ese es el principal error de una película que podría haber jugado mucho más con la línea temporal y las subtramas, pero que se queda en lo básico de una premisa sin desarrollarla.