
«Imágenes del Tío Sam»: entrevista a Daniel Stefanello
El primer jueves del mes se estrenó en el Centro Cultural de la Cooperación, para exhibirse todos los jueves de abril a las 19:30hs, el excelente documental Imágenes del Tio Sam; y El Espectador Avezado pudo mantener una interesante entrevista con su director Daniel Stefanello en la cual hablamos tanto del documental como de la problemática de faltante de salas para el cine argentino.
De propias palabras del director: “La película es un documental político que desde lo particular de la discusión de la nueva Ley de Medios Audiovisuales y las incumbencias que esta tiene para mejorar la producción y exhibición de nuestro cine. Expresa una totalidad mayor: la de un país y una industria audiovisual sometida históricamente a la hegemonía del espectáculo Hollywoodense en cine y televisión».
«Con ese disparador, la discusión por la ley, se analizan y exponen aspectos del negocio audiovisual invisibles para el gran publico que demuestran que nuestro panorama medial es una construcción histórica donde los proyectos culturales mas nacionalistas o mas entreguistas se han enfrentado varias veces con consecuencias mas funestas y graves en algunas ocasiones que en otras, pero que siempre ha impedido que nuestra industria audiovisual y la de Latinoamérica se potenciaran y crecieran. Finalmente, como en todo acto de colonización, esto permitió que Hollywood dominara que historias, ideas y discursos circulaban en nuestras sociedades hasta llegar a la globalización actual donde el cine argentino es casi un convidado de piedra en su propio país”.
¿Cómo fue la experiencia de abordar este documental, y qué expectativas tiene frente a la reacción del público?
La experiencia fue muy rica y problemática a la vez. Hubo que rastrear bastante archivo para seguir la lógica del sistema de dominación de Hollywood, acceder a lugares y personas que debían hablar de la crueldad del negocio, de sus formas mínimas que hacen invisible lo que hay detrás y por ultimo acceder a varias decenas de personajes para que cada uno aportara en cada escena un ángulo complementario donde se mezclaban política, economía y cultura tanto bajo la forma de reflexiones o emociones. Por otra parte hubo que comprender y analizar el negocio global para poder vernos a nosotros en la situación geopolítica en la que nos fueron colocando a lo largo del siglo XX y del XXI.
Teníamos un exceso de información que a la vez debía ser sinterizada bajo un lenguaje común que permitiese un argumento solido pero no banal sobre el tema y con un único objetivo: hacer un relato interesante, entretenido, novedoso sobre el tema con el objetivo de despertar la conciencia del espectador común y no tan común. Es hasta un tema tabú para los propios protagonistas del cine argentino. Negamos lo que nos sucede a diario.
La película propone un diagnostico para comenzar a discutir la acción para el cambio de situación. En ese sentido políticamente se corresponde con la tendencia actual de desconfiar de los medios como simples empresas bienintencionadas que buscan nuestro bien y nuestro desarrollo personal o social. Mas bien esperamos que el espectador se piense a si mismo acerca de sus hábitos, sobre lo que consume, adonde va el dinero de ese consumo y que beneficio real le trajo en su desarrollo personal o social. En el fondo hay un reclamo por la revisión critica de nuestra política cultural frente a los medios audiovisuales.
Teniendo en cuenta la creciente cantidad de películas argentinas que se producen y estrenan cada año ¿Cuáles podrían ser las medidas que se pueden tomar para aumentar el número de espectadores que se vuelque hacia nuestro cine, y aún en relación al faltante de cuota en salas de grandes complejos?
Creo que sin ese inicio de cuestionamiento del espectador no podremos tener un publico masivo importante para nuestro cine. Pero eso no viene solo (y tardara un tiempo en crearse), ya que el aumento de la producción de estos años, su diversificación temática y productiva que son muy necesarias y valiosas, chocan siempre con lo mismo que es que la propiedad de los medios y su programación.
Esta programación es directa de empresas de EEUU o de empresas locales asociadas a ese negocio. Por lo tanto es imprescindible crear canales alternativos, novedosos de distribución y exhibición con otros intereses y lógicas para otro tipo de películas y publico. Con los espacios INCAA no alcanzan, son apenas la punta de un iceberg que todavía debe crearse con criterios diversos a los del cine de Shopping. En ese sentido los estados provinciales, municipales y todo otro tipo de organizaciones culturales, políticas, sindicales, etc. deben aportar espacios, salas y un programa cultural mas local y menos globalizado que el propone Hollywood.
También la revolución digital y las nuevas formas de internet y las transmisiones satelitales son opciones a explorar mas. La gente debe salir de la cautividad de lo disponible en un shopping, para ir hacia la elección entre múltiples opciones. Probablemente o esto lo cambiamos entre todos o no la cambia nadie. Necesitamos nuevas redes sociales que no respondan a la falsa lógica de mercado de las Mayors sino a la lógica de un proyecto autónomo de desarrollo cultural que combine lo mejor de lo extranjero con la mirada y las historias locales.
En los últimos tiempos del cine argentino han surgido determinadas producciones “industriales” que intentan equipararse a un estilo de cine hollywoodense, ¿Esto también apunta a una pérdida de nuestro origen y a una penetración de la cultura estadounidense?
No necesariamente, puede haber excepciones. Pero la tendencia es a que si nos aleja de buscar nuestra propia forma de ver y contar nuestras historias para “llenar un molde“ de formulas realizativas mas globales y estandarizadas con la idea de alcanzar el éxito de Hollywood. Por lo tanto la resultante es films de características menos identitarias.
Creo que algo de eso responde a un autoengaño. A seguir soñando con las grandes recaudaciones del cine yanqui sin advertir que mas allá de los recursos de lenguaje masivo y espectacular que se usen, la maquinaria de imposición que hay detrás de una película de Hollywood ( hasta la peor catalogada) es infinitamente mayor en poderío financiero, publicitario, político y hasta en habito de consumo entre el publico.
Puede haber algunos excelentes productos “industriales “ que sin embargo tengan una mirada interesante sobre un tema local inlcuso con un discurso progresista y sin embargo se encontraran siempre con el factor económico como barrera a vencer. La relación entre inversión y retorno es un pilar muy fuerte que es difícil de quebrar sin dominar la exhibición. Pensemos en la cantidad de dinero que las mayors y sus subsidiarias giran al exterior como ganancias semanales del sistema local…por que van a perder tan fácilmente un mercado cautivo desde hace décadas? Antes que perderlo, se asocian, lo distribuyen sus propias empresas y así lo dominan hasta determinar cual es su punto de crecimiento y retorno de dinero para la producción argentina. Creo que sin nuevos circuitos autónomos el ahogo financiero para la producción local es casi invencible para la gran mayoría de los films.
¿Cómo ve la situación de la producción y cuota de cine nacional , así como la penetración de Hollywood en otros países de Latinoamérica?
En el pasado Ficip, en donde estuve presentando la película, escuche a diversos realizadores latinoamericanos y hasta europeos, plantear el mismo problema con leves variaciones o detalles de cada país. Ya lo sabia, pero parece que seguimos descubriendo algo que esta delante de nuestras narices impúdicamente. La resultante es la misma.
No nos olvidemos que toda Latinoamérica ha sido desconectada entre si en términos de exhibición. Vemos cine de algunos países cercanos, solo como excepción. En una semana de homenaje o festival acotado o incluso solo distribuido por empresas de EEUU. La penetración y el rediseño de la región llevo todo el siglo XX pero hoy esta al servicio casi exclusivo de la imposición Hollywoodense y es a la vez su fuente de financiamiento. EEUU siempre hizo arreglos con cada país por separado lo que nos desunió estratégicamente.
También puede advertirse que recién ahora estamos dejando de soñar en coproducir con Europa para empezar a ver como nos juntamos en Latinoamérica. En ese sentido figuras como la del Mercosur u otros organismos supranacionales aun están ajustando los ideales con la realidad productiva y comercial audiovisual. Es un inicio. Pero aun falta mucho recorrido.
«Imágenes del Tio Sam» se va a estar exhibiendo durante todos los jueves de abril en el Centro Cultural de la Cooperación ¿Cuál será el trayecto que tenga una vez finalizado este ciclo?¿Tienen pensado continuar exhibiéndolo en otras salas o en el mismo Centro Cultural?
Dado que mi critica va hacia el sistema de distribución y exhibición,“Imágenes del Tío Sam” tiene vedado ciertas salas. Además tampoco va allí el publico ideal para este film. Por lo tanto tendrá una distribución alternativa, entre salas con criterios de programación independiente de las Mayors, sean estatales o privadas, y todo tipo de entidades culturales que crean valido el planteo del film.
En lo inmediato seguiremos en Capital Federal y en mayo en el Cine Cosmos. Luego haremos el Gran Buenos Aires y nos proponemos llegar a las provincias via Espacios INCAA u otras instituciones que a medida que ven la película nos invitan a hacer funciones y hacer debates con el publico. Esto generalmente es lo que ocurre: la gente empieza a pensar en los velos que la película descorre y a pensarse a si mismo como espectador y consumidor cultural. Y ese es, en definitiva, el fin de un documental político: discutir ideas.