«Los fuegos internos»: habilitar la locura
La historia de Daniel Degol, Jorge Deodato y Miguel Godoy tiene puntos en común: los tres son pacientes internados en un neuropsiquiátrico, el famoso Melchor Romero, que ya han conseguido la externación con un fuerte trabajo de cada uno de ellos en diferentes ramas del arte o en los oficios, hasta llegar a vivir en una casa de convivencia, manejando su propia libertad.
“LOS FUEGOS INTERNOS” explora esa lucha cotidiana, ese duro tránsito que debe atravesar cada uno de ellos por lograr la tan ansiada inclusión dentro de un contexto de sociedad que no sabe, ni tiene demasiados elementos, como para contenerlos, cobijarlos y comenzar a darles un espacio en el día a día.
Es así como el trabajo de Ana Santilli Lago, Malena Battista, Laura Lugano y Ayelén Martinez, sus cuatro directoras, hace foco en el complejo pasaje del manicomio a la reinserción social, desde la voz y el testimonio personal de cada uno de sus protagonistas.
Lo que las directoras pretenden presentar a través de los testimonios, es la enorme dificultad que se presenta en salir de una internación para integrarse armónicamente en una sociedad a la que le cuesta despegarlos del estigma de la locura, de la alienación que han vivido y que por lo tanto, su nueva vida no puede construirse mucho más lejos que la producción de algunos de sus proyectos artísticos a los que se complementan con una magra pensión que reciben de parte del Estado.
Las directoras cuentan que uno de los disparadores para la construcción del documental ha sido “El Cisne del Arte”, un dispositivo cultural que funciona dentro del centro de Salud Mental que trabaja fundamentalmente con aquellos pacientes que ya se encuentran en condiciones de ser dados de alta, quienes intervinieron activamente en la creación colectiva de este documental basado en el testimonio de estos tres pacientes que han participado en el Taller.
El proyecto, con origen en el año 2012, ha seguido las diversas instancias que enfrentaron Daniel, Jorge y Miguel tanto como otros internos, en su proceso de “volver” a la vida social, en dónde ha sido importante la participación tanto del hospital, como de los propios protagonistas y las instituciones artísticas junto con otras organizaciones que puedan lograr hacer colectivo este proceso.
Sus testimonios acerca de sus crisis, de sus recaídas y también de lo que significó para ellos esa amistad que entablan como eje fundamental para su recuperación, se mezclan con diversas imágenes que reflejan sus vínculos con el arte: la poesía, el propio registro documental, talleres de escritura, la danza, la expresión corporal, talleres de montaje y producción cinematográfica o simplemente la actuación.
A través del arte, por ejemplo, aparecerán esos fuegos que no se han apagado ni han sido arrasados con la internación y sobre estas pasiones se desarrollará gran parte del documental que focaliza, incluso, en sus vidas personales y en la búsqueda del amor.
El tono algo errático de la propuesta, más como un ejercicio, un ensayo, una propuesta que un trabajo documental con un corpus determinado, hace que sea el propio interés del espectador el que vaya fijando el rumbo de lo que se quiere contar, uniendo las historias de los protagonistas con algunos detalles que la cámara poner en primer plano para poder destacarlos y agigantar la lupa sobre ellos, para llamar la atención y ponerlos en relieve.
Otro intento narrativo que es el de la reconstrucción ficcional de algunas escenas, no es del todo logrado, suena forzado y desafortunado dentro del tono que las directoras habían ganado con los diferentes testimonios de los protagonistas. Actualmente, de acuerdo con lo normado por la Ley Nacional de Salud Mental, uno de los objetivos sobre los que trabaja el Melchor Romero, es promover la externación de todos aquellos pacientes que puedan tener posibilidades de ser acogidos por fuera de la Institución.
“LOS FUEGOS INTERNOS” se constituye entonces como una de las voces necesarias para visibilizar esta tarea y posibilitar que la sociedad tome conocimiento a través de este trabajo, no sólo por ellos sino también por los cerca de seiscientos internos que siguen allí sin posibilidad de contar con familiares o con dispositivos comunitarios que puedan facilitarles una inclusión en la vida social.
Trailer Los Fuegos Internos from Ana Santilli Lago on Vimeo.